27 de septiembre de 2012 – Ayvalik – Luego de copioso y delicioso desayunoso, glorioso, en algo menos de dos horas, procedentes de Bergama, nuestro bus nos trasladó a lo largo de los 60 km. que nos separaban de este pueblo costero. El bus paró en lo que supusimos cualquier lado, pero es la parada de buses, frente a un supermercado. Apenas nos pusimos a andar, nos encontramos atravesando el mercado de los jueves, que ocupa gran parte del centro. Esto para buscar una pansiyon, o sea, un hotel. La primera, amén de no gustarnos, era cara. Buscando una segunda, nos topamos con ésta, de nombre Chez Beliz, con buena atmósfera y precio adecuado a nuestro presupuesto. Como de costumbre, hay que subir algunas escaleras, ejercicio que hemos practicado a lo largo de toda Turquía, ya sea en ruinas, hoteles o calles. Turquía es una larga escalera. Ya instalados, nos largamos a caminar el mercado callejero, infierno de puestos donde todo se vende. Compramos alguna ropa «de marca» y unas telas con dorados y plateados, todo a precios irrisorios. Los griegos de las islas cercanas vienen a hacer sus compras aquí. Llenos de colores y olores, se nos ocurrió llenarnos de sabores. Morfamos dürün doner (carne asada al spiedo vertical, servida dentro de algo parecido a un panqueque enrollado) con airan (yogur con sal y agua) en una lokanta (restaurante) de la avenida principal, que va de norte a sur, bordeando el mar en partes. Mas tarde nos toca ir a comer Ayvalik tostu, que es un tostado lleno de cosas, el fast food folclórico de la ciudad.

28 de septiembre de 2012 – Ayvalik – Confirmando lo programado, anoche cada uno se mandó dos ejemplares de Ayvalik tostus, muy ricos, con varias verduritas, queso, salchichón, mayonesa, ketchup y vaya uno a saber qué mas. Acompañamos con nuestra acostumbrada cerveza Efes. Todo con vista al Egeo, que gracias a la geografía de la costa, y las luces del pueblo, se vé muy bonito. Hoy desayunamos, servidos por Beliz, con té, queso, tomates, pepinos, aceitunas varias, pan, dulce casero, y lo mejor el menemen, del que ya dije por ahí que es un revuelto de tomates, huevo, y algo de ají. Y que a Beliz le sale exquisito. Mientras nos sirve, nos dá charla. Pasamos gran parte del día en playa Badavut, a unos siete kilómetros de aquí. El transporte fue, como casi siempre en este viaje, el minibus local. En el camino pasamos por algún otro balneario, con edificios feos y algo deteriorados. Badavut es una playa de arena, con agua transparente, peces de varios tamaños nadando cerca, pero aún siendo una playa del Egeo, no nos conmovió, así que hemos decidido marcharnos mañana a Çanakkale, en las proximidades de Troya, la legendaria. Aclaro: vinimos aquí con la intención de hacer playa y descanso. no nos gustaron las playas, nos vamos. Ya tenemos pasaje. Ahora toca baño y preparación de valijas, que van engordando de a poco, al igual que sus dueños. Hablando de engordar, hoy repetiremos lo de los tostus. De postre pienso comerme un dondürma, es decir un helado. Desde el inicio de este viaje me he aficionado a la marca Algida, que en Brasil se llama Kibom. Hay uno llamado Classic, un clásico palito cubierto de chocolate cuya cobertura semi amarga me encanta. Si no hay ése, como el de doble cobertura. Y como ya dije, mañana visitaremos Çanakkale, que se pronuncia Chanákale.